jueves, 10 de noviembre de 2011

Vivo en un conventillo y justo debajo de mi departamento vive un viejo artista fracasado, que me odia porque le rompí la agujereadora. Mientras desayunaba vi un nido de palomas en el cable de luz que pasa por afuera de mi ventana, justo en la parte donde se juntan todos los artefactos eléctricos y el foco que ilumina la calle.

Anteayer dormí en la casa de Astrid, en la misma cama, sin pijama. Como a las siete llegó nacho y según lo que me contó ella despues quería meterse entre nosotras. Pero ella no lo dejó.

Cuando terminamos de trabajar la familia de Astrid fue a comprar facturas, ella me preguntó si yo me iba corriendo también como el resto de los trabajadores, yo le dije que sí, y pensé en decirle "salvo que quieras que me quede" pero no le dije nada.

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